Ayer leía en la prensa que se cumplían 80 años de la primera
vez que la mujer votó en España. Como mujer, no deja de sorprenderme que, tan
solo hace 80 años, la mujer fuera considerada ciudadana “de segunda”. ¡Cuántas
mentes privilegiadas habremos perdido por el camino! ¡Cuántos sueños se vieron
hechos realidad cuando las mujeres pudieron ejercer su derecho al voto!
En esa misma línea pensé en los sueños rotos que habrán
quedado por el camino en la escuela… ¿cuántas cabezas maravillosas y creativas
habremos perdido por no haberles sabido entender? ¿cuántos niños y niñas con
dislexia se han paseado por nuestras aulas sin destacar más que por lo mal que
leían o por lo “vagos” que eran?
No es cuestión de decir que no hemos avanzado nada. Algo
parece que sí. Al menos ahora se habla de la importancia de la detección precoz
y de la intervención temprana en los casos de dificultades de aprendizaje.
Aunque no se haga. Tampoco sabemos cómo hacerlo
Y entonces somos nosotros los que soñamos que todo esto
cambie, y que lo haga pronto
Ese es un sueño que muchos docentes hemos compartido durante
años. Y miles de padres y madres que ven, a diario, cómo el colegio no le da
respuesta a lo que le pasa a su hijo o a su hija, que suda tinta para aprender
a leer, se enfrenta a horas y horas de estudio que no tienen frutos y a quien los
domingos por la noche, curiosamente, empieza a dolerle la barriga.
Resulta que ese sueño también se está convirtiendo en
realidad. El Proyecto LEEDUCA lleva funcionando ya tres años en los que todos
los agentes no hemos dejado de avanzar basándonos en nuestras propias
investigaciones lideradas por el capitán del barco, el profesor de la Facultad
de Psicología Juan Luis Luque Vilaseca y por la también profesora Almudena
Giménez de la Peña.
El proyecto LEEDUCA es un proyecto muy ambicioso que ha
conseguido unificar la teoría de la práctica. En él participamos 35 colegios
públicos de Málaga y su provincia, más de 200 maestros y maestras de Educación
Infantil, 38 logopedas o maestros y maestras de audición y lenguaje y la
Universidad de Málaga.
¿Nuestro objetivo? Conseguir un modelo integral de atención
a las dificultades de aprendizaje. Suena taaaaan bien… Os imagináis, en ese
mundo ideal que nos estamos imaginando, que nos demos cuentas de que algún niño
o niña tiene problemas de aprendizaje y sepamos qué hacer, y que lo hagamos
bien. En definitiva, que no dejemos a ningún niño atrás, que detectemos a
tiempo, que evitemos a los peques un sufrimiento tan injusto…
PREVENCIÓN- Resulta que nosotros queremos una intervención que
llamamos UNIVERSAL. Aquella que encaja perfectamente dentro de la celebérrima “Escuela
Inclusiva”, porque ofreceremos aquello de lo que se beneficie todo el alumnado.
Para ello no hay nada más que remontarse a la ciencia… ¿Qué nos dice la ciencia
que funciona? ¡Eso haremos! Y eso que funciona lo aplicamos a todo el alumnado.
Aquí es donde entran en juego nuestros ya conocidos MACOFON y PALABREANDO.
(Loca estoy por enseñaros los datos de la evaluación externa que nos ha hecho
la Agencia Andaluza de Evaluación Educativa,AGAEVE)
DETECCIÓN PRECOZ- Valoramos a todo el alumnado de 4 y 5 años
en busca de indicadores que nos puedan alertar sobre una posible dificultad de
aprendizaje de la lectura o dislexia en un futuro… antes de que el niño o la
niña esté leyendo. ¿Magia? No… Ciencia! Os prometo una entrada hablando de
estos marcadores dentro de poco. Este es el segundo año que lo hacemos. En
concreto, la semana que viene, evaluaremos a más de ¡2000 niños y niñas! en busca
de estos indicadores. Hay que decir que Delegación Provincial de Málaga nos
deja que durante esta semana nos centremos exclusivamente en la evaluación,
colaborando con la investigación.
INTERVENCIÓN PRECOZ. Vale… detectamos… ¿y ahora qué hacemos?
¿con qué lo hacemos? En eso estamos trabajando mucho ahora. Para el alumnado
que comience a dar señas de que está quedándose atrás, tenemos previstas
sesiones de intensificación del tratamiento
DETECCIÓN TEMPRANA. En este caso, la evaluación se realiza
con todo el alumnado de 1º de Primaria, en el momento que empiezan a leer. Las
herramientas de evaluación, siempre basadas en la evidencia científica son
diferentes que las utilizadas en 4 y 5 años, pero el espíritu sigue siendo el
mismo… encontrar muy pronto a los niños o niñas con dificultades.
INTERVENCIÓN TEMPRANA. Ante la menor señal de dificultad,
intervenimos. La intervención será basada en Tratamientos de Respuesta a la
Intervención (esto nos dará para otra entrada) y, con ella, pretendemos que los
niños que presentaban dificultades de aprendizaje salgan del riesgo que han
venido mostrando con intervenciones ajustadas a su necesidad en base a datos
empíricos recogidos diariamente.
Habrá un grupo en los que las dificultades persistirán. Son
los resistentes al tratamiento, nuestros disléxicos… y para ellos, evidentemente,
tenemos previsto una intervención a su medida… pero anticipándonos casi 5 años
a la intervención que se les prestaría si siguiéramos esperando a los 8 años. LEEDUCA es más... pero lo vamos a dejar para otro capítulo, ¿vale?
Estamos dando pasos pequeños para que este modelo se
implante en los colegios y esperamos que podamos deciros pronto que es así.
Como decía Martin Luther King: “I have a dream”
Y tú, ¿te atreves a soñar?