- Mamá, mi amiga Silvia no dice ratón, dice “latón”.
- No pasa nada, Paula. Tenéis tres años. Dentro de
poco Silvia dirá “ratón” y todas las palabras que tengan el sonido “erre” super
bien.
De esa conversación han pasado cuatro años, pero recuerdo aquel día en el
que mi hija mayor comenzó a hacerse consciente de su lenguaje. Y esa historia,
con protagonistas diferentes, se repitió años más tarde con mi segunda hija. Y
también a los tres años.
Y no, no es eso de que “de casta le viene al galgo”. El gen
logopédico no se hereda, más que nada porque no existe… aunque molaría. Y tampoco mis churumeles son más
listas de lo “normal” (fea palabra), simplemente es el momento.
Las primeras autocorrecciones o las primeras preguntas que
los niños hacen sobre su propio habla suponen el inicio de la reflexión sobre
el lenguaje (por ejemplo, cuando preguntan ¿se dice ponido?). El papel
de esta reflexión aumentará y cobrará especial interés cuando se enfrenten al
aprendizaje formal de la lectoescritura (Defior y Serrano, 2011)
Las habilidades de conciencia fonológica han sido y
continúan siendo muy investigadas por su papel crucial en el aprendizaje de la
lectura y de la escritura, sobre todo en las fases iniciales de este
aprendizaje (National Early Literacy Panel, 2008; Thomson & Hogan,
2009). De particular importancia son las de conciencia fonémica, que son
consideradas como uno de los pilares de la adquisición de la lectura. Sin embargo,
si os acordáis de los niveles de Conciencia Fonológica, antes de llegar al
trabajo en Conciencia Fonémica, hay unos cuantos pasitos previos. Paso a paso.
Escalón a escalón.
Hoy nos vamos a quedar en el primer escalón. En la llamada
CONCIENCIA LÉXICA.
Podemos decir, que la Conciencia Léxica es la habilidad para
identificar las palabras que componen las frases y manipularlas de forma
deliberada. MANIPULAR.
Una actividad tipo sería contar palabras: ¿Cuántas palabras
tiene la frase? Lucía come manzanas. Tres palabras.
Estamos acostumbrados a enseñar el conteo de sílabas, pero
lo hacemos menos con palabras o usualmente lo hacemos cuando leen y escriben y
juntan palabras. Entonces sí nos preocupamos en que cuenten palabras.
Pero creedme si os digo que si trabajamos el nivel de
palabra con nuestros niños de 3 años, los resultados pueden ser sorprendentes.
Y para muestra un botón. Mirad a la seño Maribel trabajando el conteo de
palabras en su clase de 3 años. Ya os contaremos los entresijos de esta actividad...
La semana que viene os propondremos otras actividades más allá de contar palabras, para
el trabajo de este nivel, con MACOFON. Mientras tanto… ¿qué otras actividades
de conciencia léxica haces en clase? ¿Qué otras se te ocurren?