Junio… ¿lo ves? Que viene, que viene.
Y por nuestras playas empieza a notarse el movimiento típico
del verano. Los chiringuitos se preparan, huele a espetos, y hace ya unas
semanas que hicimos el cambio de ropa. ¡¡Verano!!
A la alegría de ver, aunque sea algo lejos el merecido
descanso, se une a preocupación de qué hacer con los niños este verano
Y nos preocupamos en buscarles un campamento que esté
bien, que se diviertan, que aprendan inglés y que descansen… que los pobres
acaban reventaditos. ¿A que sí?
Pues a quí vengo yo a daros tarea para el verano.
Tarea documentada, claro está… que en este blog las cosas no se dicen así
porque así. Todo tiene un porque, todo tiene su base científica.
La tarea que os pongo, papás y mamás es… ¡LEER!
Que sí, qué mujer más pesada… ¡eso ya me lo ha dicho
su seño!... y no hace falta ser seño para saberlo… ¿verdad? Pues sigue leyendo,
que te voy a dar unos cuantos motivos más para que no dejen de leer ¡ni en verano!
Los docentes lo saben muy bien, y lo advierten cada
año: los niños y niñas pierden habilidades lectoras en verano si durante este
periodo estival no siguen leyendo. A esto, en Estados Unidos le llaman “el
tobogán de verano”. Se nota mucho más entre los estudiantes de menor nivel
socioeconómico, que llegan a perder hasta dos meses de las habilidades de
lectura. Sin embargo, esta pérdida es,a veces, inexistente entre los
estudiantes de clase media quienes hacen ligeras ganancias en la lectura
durante los meses de verano.
Depende siempre, eso sí, del tiempo que se le dedique
a la lectura en verano.
Pero, vamos a buscar datos sobre esto. Todos lo sabemos, pero ¿está demostrado?. Esto es lo que muestran algunas publicaciones:
En 1978, un estudio de B. Heyns, mostró que los
estudiantes que leen al menos seis libros durante el verano mantuvieron o
mejoraron sus habilidades de lectura. Pero los estudiantes que no leyeron
perdieron hasta todo un curso de habilidades de lectura.
Ya en 2007, K Alexander, D. Entwisle, publicaron un
estudio longitudinal de más de 15 años de duración, con estudiantes Baltimore y
encontraban que para el final del quinto grado (niños y niñas con 10-11 años),
los estudiantes que no leen durante el verano medían dos años de retraso con respecto a sus
compañeros que sí lo hicieron.
Llegaron a la conclusión de que dos tercios de la diferencia
de la lectura en estudiantes de 14-15 años se podían atribuir al hecho de haber leído o no
durante las vacaciones escolares de verano.
En conclusión: la ausencia de la lectura en los niños
durante el verano es un obstáculo importante para el logro de buenas habilidades
de lectura para el final del tercer grado (alumnado de 8-9 años; nuestro
equivalente a 3º de primaria)
¿Lo peor de todo? El tobogán de verano es
acumulativo. Algunos estiman que para el final de la escuela secundaria la
falta de lectura durante el verano puede representar hasta un retraso de cuatro
años en la lectura de logro.
Os proponemos algunos consejos para que nuestros peques lean en
verano, aunque cada padre o madre sabe cómo motivar a sus hijos:
-
Ir a la
biblioteca regularmente y deje que su hijo seleccione libros que va a
disfrutar.
-
Ayude a su
niño a leer un libro capítulo por semana, o un libro de imágenes cada noche.
-
Anime a su
hijo a leer el periódico, guías de televisión, revistas y artículos en línea.
-
Premie a su
niño con un viaje a la tienda de libros para seleccionar su propio libro.
-
Leer a su
hijo todas las noches, y que lea a usted. Su lectura le enseña la fluidez y la
pronunciación, y establecer la idea de que la lectura por placer es divertido
Sobre
este último punto hablaremos en alguna ocasión: la necesidad de leerle a
nuestro alumnado o a nuestros hijos en voz alta, aunque ellos ya sean lectores
competentes. Pero esto, es otro capítulo