Imagina la situación. Vas al médico y te dice que
tienes un virus que hace que te sientas mal y que no puedas hacer una vida
normal. Hay una vacuna que, como mínimo, te hará sentir mejor y que, si te
pones todas las dosis es muy probable que te pongas bien.
- ¡Estupendo, recétemela!- le dices
- No- te espeta el médico- es que no la tenemos
disponible aunque sepamos que funciona.
El enfado tuyo sería monumental, y en el momento
en el que hubiera casos suficientes para ello, esto saldría a la palestra y las
manifestaciones para que la vacuna de marras estuvieran disponibles no se
harían esperar. ¡Con toda la razón del mundo!
Sin embargo, si nos vamos al plano educativo, eso
es lo que está pasando: tenemos una vacuna que nos promete que la incidencia de
problemas de aprendizaje y dislexia se podría reducir en un 70% y no la
aplicamos. ¡Qué locura!, ¿verdad?
Tanto el Simple View of Reading Model como el
National Reading Panel resaltan la importancia de sistematicidad en el trabajo
precoz de CONCIENCIA FONOLÓGICA, VOCABULARIO Y COMPRENSIÓN y además,
especifican que deberían de ser enseñados de un modo explícito y sistemático. Posiblemente sea esta sistematicidad la que
falta en nuestras aulas.
Vamos a entrar en harina e iremos, entrada a
entrada, abordando estos aspectos, para construir la casita más sólida
Centrándonos en la Conciencia Fonológica, es cierto que ésta se trabaja en Educación
Infantil, Si, es verdad que lo hacen. Pero no todos, no de manera sistemática,
no abordando todos los niveles… sí, la conciencia fonológica tiene “niveles”
(próximamente, en sus pantallas)
Pero, vamos por partes, ¿qué es la conciencia fonológica? Estamos hartos de oír su nombre y
a lo mejor no sabemos qué es exactamente.
Nos vamos a quedar con la que nos dice Silvia
Defior, importante investigadora de la Universidad de Granada, quien dice que
la conciencia fonológica “es un espectro
de habilidades relacionadas con la comprensión de que las palabras habladas
están compuestas por sonidos y la
capacidad de manipularlos”. Me gusta especialmente esa parte de la
definición, en la que se incide en la “capacidad para manipula los sonidos”
porque nos encontramos con niños que saben que son las palabras, sílabas y
letras pero son incapaces de manipular estos segmentos del habla sin la ayuda
de la escritura.
Nuestro programa incide en hacer pensar a los
niños y niñas sobre su lenguaje antes de enfrentarse a la lectura; que jueguen
con el lenguaje en todos sus componentes, desde la frase hasta el fonema y que
disfruten “destripándolo”. Damos fe de que, si se les da la oportunidad lo
hacen. Disfrutan…, ¡y de qué manera!
Ya sabemos que la conciencia fonológica es
señalada como fundamental tanto en el National Reading Panel como en el Simple
View of Reading Model. Pero éstos, a su vez, ¿en qué se basan?
Son muchos los estudios que avalan la
relación entre conciencia fonológica y lectoescritura. Destacamos estudios de Bryant
y Bradley en 1983, Ziegler y Goswami en 2005, o en nuestro país podemos señalar
algunos como los realizados por Carrillo
y Marín en 1995 o Defior, en
2008. En todos ellos, la conciencia fonológica viene siendo señalada como el principal predictor del aprendizaje de
la lectura en todas las lenguas estudiadas desde hace ya mucho tiempo.
A
todo esto, hay que añadir la afirmación de Silvia
Defior de que la Conciencia
Fonológica no emerge de manera espontánea sino que hay que hacer un
entrenamiento concreto.
Blanco
y en botella, ¿no? Si la conciencia fonológica es el más poderoso aliado de la
lectoescritura y el principal predictor de problemas lectores, y por otra parte
sabemos que ésta no emerge de manera espontánea y que precisa de un
entrenamiento, se hace evidente la necesidad
de una estimulación sistemática en educación infantil
Desde
hace ya mucho tiempo podemos encontrar Programas de Entrenamiento en Conciencia
Fonológica, dirigidos al alumnado de Educación Infantil, como el de Lundberg,
Frost y Petersen de 1988.
Sí,
desde antes del 88 ya se hablaba de la necesidad de programas de estimulación
de la conciencia fonológica como medio fundamental para el abordaje de la
lectoescritura, aunque en los últimos años los estudios le unen la necesidad de
abordar otras habilidades orales.
A
mí se me ponen los pelos de punta al comprobar que llevamos ¡30 años! desoyendo
lo que los investigadores en la materia nos vienen gritando. Es de una irresponsabilidad supina el hecho de
que, pese a cambiar las leyes educativas cada 4 años a gusto del que está
gobernando, no se recojan evidencias científicas tan concluyentes
Si
todo esto queda ampliamente demostrado, es difícil entender que el trabajo de
estos aspectos no sea algo generalizado en nuestras aulas de Educación
Infantil. Porque nos evitaríamos tal cantidad de problemas que es una temeridad
no hacerlo cuando la base científica es tan sólida.
De
acuerdo que no somos nosotros los que tenemos en nuestra mano legislar, pero sí
podemos demostrar que aplicar la teoría es lo que funciona. ¡Y que eso es lo
que queremos!
En
las próximas entradas, iremos desmenuzando un programa de estimulación de
Conciencia Fonológica y otras Habilidades Orales; os mostraremos cómo lo
hacemos y por qué lo hacemos así. Porque no podemos andar a ciegas; porque
nuestros pasos en Educación tienen que tener la base sólida.
El primer paso es concienciarnos de que podemos hacerlo mejor; del peso que tiene la Conciencia fonológica en todos sus niveles y que tenemos fuentes de aprendizaje que nos guían en ese proceso.
¿Eres consciente?
No se puede comunicar mejor esta situación que es alarmante, cuando mínimo, por no decir, negligente. Te animo a que sigas con tu cruzada.
ResponderEliminarJuan Luis Luque
Gracias por tu comentario. En esta cruzada cuento con los mejores, con los que me habéis abierto los ojos a mi. Un besote!
ResponderEliminarEsperemos que poco a poco vayamos incorporándonos a esta cruzada muchos centros, y lo que ahora es algo excepcional en nuestra comunidad, se convierta en algo general. Todos saldríamos ganando, pero especialmente los mas importantes, nuestros alumnos y alumnas.
ResponderEliminarGracias por la clara exposición de la realidad.
ResponderEliminarUna vez conocida, ¡no hay vuelta atrás!
Un abrazo.
Montserrat Morales Moreno
Y yo me pregunto, ¿por qué nos cuesta tanto cambiar? ¿Es por ese estado de confort en el que entramos cuando estamos en una zona segura?
ResponderEliminarPero una vez que conocemos cuáles son los aspectos que debemos cambiar, cómo hacer y cuándo, tenemos la obligación de llevarlo a la práctica. Comenzar el camino (quizá para vosotras la andadura lleva un largo recorrido ya) pisando sobre firme y sembrar lo que será prevención de dificultades, detección temprana de las mismas e intervención precoz y eficaz.
Muchas gracias a Auxi y Mariam por hacer posible que conozcamos estos aspectos principales en el aprendizaje lectoescritor y hacer posible que lo llevemos a la práctica.